25/11/08

Jugando en casa

Muchos son los jugadores que desean pertenecer al equipo de su ciudad, ya sea por formar parte de la franquicia que admiran desde niños, por representar a su ciudad o por vivir con los suyos. Pero esta opción,muchas veces romática, no es siempre la mejor.
Inolvidable es la frase de Damon Stoudamire (nacido en Portland) a un aficionado, diciéndole que se iría a la caseta del perro de este, con tal de salir de los Blazers y la locura que era el vestuario por aquellas fechas.
O el viaje de Marbury (nacido en New York) que comenzo en Minesota, y tras pasar por los Nets, para acercarse a su ciudad natal, y Suns, consigio lo qué siempre quiso,jugar en los Knicks, pero ese fue el comienzo de su debacle y ahora mismo está repudiado en el equipo de la gran manzana donde tiene los días contados, como jugador de la plantilla.
Otro jugador que se puede agregar a este club, es Baron Davis (nacido en Los Ángeles), que trás pasar por varios equipos ha logrado jugar en L.A, para los Clippers en concreto. Pero la temporada no está siendo como él soñaba, y trás la marcha de Brand, se rumorea que no es feliz en su nuevo equipo y que podría ser traspasado.

2/11/08

La Rudymanía ha nacido



Cuando el dia 29 de octubre Rudy Fernández debutaba en la liga jugando contra los Los Angeles Lakers, firmó el mejor debút de un jugador español en la NBA. Los 16 puntos unidos a 4 asistencias, 2 rebotes y 2 robos dejan claro lo brillante que fue ese debút.
Pero a los seguidores de Rudy no les cogió por sorpresa estos números, ya que las expectativas creadas entorno al jugador son grandes, y es que en la ciudad de Oregon,se ha desatado un gran furor por Rudy, este sentimiento quedó claro el día que el jugador llegó a Portland y un buen grupo de seguidores, le estaba esperando para darle la bienvenida, o cuando el propio club, en su página web, anunciaban a bombo y platillo la llegada del jugador, que hizo el mate en la cara de Howard. Una carta de presentación que dejo en vela más de una noche a su entrenador Nate McMillan.
La última muestra de este sentimiento se vió en su debút en el Rose Garden,cuando salío a la cancha para enfrentarse a los Spurs. Un único grito ensordeció a todos los allí presentes. Rudy, Rudy, Rudy,... dejando claro que una nueva locura se ha desatado en Portland. La Rudymanía ha nacido.