2/3/10

La fábula de la buena suerte



Hace poco leí un libro que lleva por nombre “la buena suerte” el cual cuenta que la suerte no existe, solamente existen la condiciones idóneas para que se den los hecho que buscamos, manipulando estas condiciones podemos generar nuestra buena suerte.

Tras leer este libro me fue imposible no relacionarlo con la situación de dos jugadores, que se encontraron peleando por el mismo puesto, aunque los dos no hayan tenido la misma suerte.


Los jugadores a los que dedico estas líneas son Tyrus Thomas y Taj Gibson, ninguno de los dos es muy mediático, ni sus posters embellecen muchas paredes, pero si representan dos estilos diferentes de jugadores jóvenes llegados a la liga.


Ambos han peleado por ser el alero fuerte titular de los Bulls, aunque tenían una diferencia en la forma de afrontar la temporada, es decir, en manipular las condiciones para tener buena suerte.


Tyrus, número 4 del draft del 2006, esperaba que esta campaña fuera su explosión, y ser considerado, en el grupo de jugadores que conforman la segunda división de estrellas de la liga, los cuales son esenciales para cualquier equipo que aspire a un anillo.


Por su parte, Taj, era elegido con el número 26 del último draft, y estaba dispuesto a pelear cada minuto que le diera en confianza Vinny del Negro, para demostrar que estaba hecho para la liga.


En pretemporada, mientras Gibson sudaba en las ligas de verano, Thomas disfrutaba de unas placenteras vacaciones, quizá tanto relajamiento hizo que al empezar la temporada sufriera varias lesiones, las cuales no le dejaron coger el ritmo necesario para la competición. Cosa que Gibson aprovechó para contar con minutos, en los cuales demostró su energía inagotable y una motivación extraordinaria para pelear cada balón, así como una defensa que sorprendió a más de uno.


Acercándose el fin de semana de las estrellas, muchos eran los partidos en los cuales Gibson había sido titular, y la recompensa en forma de buena suerte para él, fue la de jugar el partido de los rookies contra sophomores, partido que Thomas nunca tuvo la suerte de jugar.


Pero está no sería la última vez que la buena suerte golpeaba a Taj Gibson, y es que Tyrus Thomas, más conocido hasta entonces, por su lucrativa participación en el concurso de mates de 2007, recibía la noticia de que era traspasado a los Bobcats, dejando así camino libre para que Gibson pueda desarrollar todo su potencial en el equipo de la ciudad del viento.


A día de hoy Thomas puede que siga preguntándose la razón por la que no ha tenido suerte, mientras tanto Gibson seguirá esforzándose para seguir teniendo tan buena suerte.

La competencia que ha habido entre estos dos jugadores no es una fábula, pero podría ser contada como tal a chavales que empiezan a formarse como jugadores de baloncesto, y que aprendan que la motivación es la base de la buena suerte.