30 años de NBA visto y no visto
Naciendo a principios de la década de
los 80 tuve la suerte de vivir la era Jordan con sus 6 anillos en
Chicago, el final de carreras estelares como la de Bird y Magic y el
comienzo y a veces final de otras importantes, bañadas de anillos,
como la de Shaquille O´Neal o Tim Duncan. También he tenido la
suerte de vivir el desembarco de jugadores nacionales como los
hermanos Gasol o Ricky Rubio así como disfrutar de carreras como la
de Wade, LeBron James, Derrick Rose o Kevin Durant.
Por mi edad no he podido disfrutar de
los 11 anillos de Bill Russell, del gran Wilt Chamberlain, Doctor J,
el comienzo de la rivalidad Celtics-Lakers o de la transformación
asombrosa que ha ido sufriendo la liga en general.
Parándome a pensar, creo que existen
muchas cosas que he vivido y otras que no, pero aún así existen
muchas más cosas que podría y querría haber visto y nunca tuve la
oportunidad, simplemente porque no ocurrieron. Como que nunca vi un
anillo para Pat Ewing, Barkley, Stockton, Malone o Iverson. Tampoco
supe nunca el límite de los Bulls de los 90 y cuantos anillos más
hubieran llegado a ganar sin las retiradas de Jordan y el lookout del
98. No puede más que imaginar como sería una final jugada por
aquellos maravillosos Kings de Webber y Cia. Saber si Yao Ming era
una estrella entorno a la cual construir un equipo ganador o si Greg
Oden hubiera hecho sombre a Dwight Howard en la zona, o incluso si
Jay Williams hubiera sido el gran base que apuntaba en Duke y todas
estas carreras acabadas antes de tiempo por lesiones no hacen más
que aumentar la intriga por el regreso de Brandon Roy.
También hubo cosas que vi y no me
gustaron, como ver jugar a Ewing y Olajuwon con otras camisetas que
no fueran las de los rockets o knicks. A Ergio Rodrigue y Ruda
sentados en el banquillo más minutos de los que me hubiera gustado o
grandes plantillas desmembradas por no saber gestionar bien los egos
de los jugadores.
Y cosas que vi y tristemente nunca me
hubieran gustado ver como la pelea en el Palace de Alburn Hills, y
las carreras truncadas por la mala suerte de Petrovic, Malik Sealy o
Bobby Phills.
Muchas cosas no pude ver, otras
disfrute como nunca hubiera soñado y otras no pude más que soñar,
pero todas ellas encarnan el espíritu de aquellos que nacimos en los
80 y desde entonces hemos podido sentirnos más cerca de la estrellas
que nunca.